Una de las primeras acciones que llevó a cabo el Consejo de Administración, una vez  constituido, fue tratar de atender convenientemente las prestaciones de atención médica por prácticas de alta complejidad. Ello estaba motivado por el costo elevado de los coseguros y demás pagos directos que cotidianamente debía abonar el beneficiario que pasará por tan difícil situación, que en algunos casos se tomaba inalcanzable.

De los resultados de los estudios realizados se resolvió definir con médicos especialistas el listado de prácticas comprendidas de la que hemos dado en llamar de alta complejidad, que abarcase a la totalidad de los agentes docentes y no docentes de nuestra Universidad y a los integrantes de su grupo familiar primario (esposa e hijos) efectivamente incorporados a la DASUTeN.

Para ello se tomó en cuenta que muchas de las prácticas eran de muy alto costo, pero tenían como contrapartida una baja incidencia entre la población que debería ser cubierta.

Que a los fines de estudiar su implementación se estimó necesario estipular los valores máximos que se debían reconocer en cada una de ellas y los aportes que el beneficiario debía hacer.

Basado en todo lo expuesto con fecha 24 de noviembre de 1992 mediante la Resolución Nº 732/92, fue creado el Fondo Solidario para la atención médica de alta complejidad el que se integraba con el aporte mensual de $2 (pesos dos) por afiliado en uno de los cargos que desempeñaba en relación de dependencia en nuestra Universidad. A dicho descuento se le dio el carácter de obligatorio.

Dicha Resolución comenzaba a tener vigencia a partir del 1º de enero de 1993, además en dicha norma se facultaba a la DASUTeN. a reglamentarla en un plazo perentorio.

Las prácticas cubiertas eran: